Evaluando el confort de la vaca
El cuidado de la vaca según los ojos de un auditor de bienestar animal
Anotador en mano, James Reynolds, médico veterinario, recorre la granja lechera de 5.000 vacas localizada cerca de Hanford, Calif.—y está contento con lo que ve.
Los establos a sitios libres con camas de arena no son solo anchos sino también 4" más largos que las 48" que se recomiendan para las vacas Holsteins. Debajo del techo, los rociadores de agua refrescan a las vacas aliviándolas de un setiembre caluroso. Los pasillos están limpios, y hay salidas por si las vacas deciden pasearse por los corrales adyacentes al aire libre. Los bebederos están repletos de agua fresca y los comederos con la ración correspondiente.
Pero más que nada a Reynolds le gusta lo que ve respecto a las vacas. Están confortablemente echadas sobre las camas de sus sitios, con buena sombra, calmas y curiosas a medida que se acercan los visitantes. Las condiciones corporales están bien: las vacas no están ni demasiado flacas ni demasiado gordas y no se ven signos de lesiones en los corvejones ni signos de cojeras.
Reynolds, que es profesor de medicina y bienestar animal de animales grandes de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad del Oeste, en Pomona, California, reflexiona: "este productor lechero está haciendo las cosas bien".
Esta granja es una de las 2.500 granjas lecheras que han sido evaluadas desde Setiembre del 2010 por el programa nacional conocido cono FARM (Farmers Assuring Responsible Management). Las granjas evaluadas forman parte de al menos el 50% de las enroladas hasta el momento en FARM para proveer leche a los EEUU.
La Federación Nacional de Productores de Leche (NMPF, por sus siglas en ingles) creó el programa para enrolarse en el FARM en forma voluntaria, con datos provenientes de grupos vinculados a la lechería para poder demostrarles y verificarles a los consumidores que los productores lecheros de los EEUU tratan a sus animales en forma humanitaria.
Reynolds es un apasionado respecto a salvaguardar el bienestar físico y mental de las vacas lecheras. Apoya el programa FARM en sus tres componentes: 1) que le sirva a los animales, 2)proveer un proceso que sea creíble para los consumidores y que esté en función de los animales, y 3)asegurarse de que sea justo y práctico para los productores. Reynolds dice que "para que el programa sea exitoso los tres aspectos del mismo deben funcionar. El programa FARM logra eso y es un programa muy bueno, sencillo y práctico para evaluar el bienestar de los animales en una lechería"
Las evaluaciones independientes de los programas FARM son realizadas por evaluadores certificados; éstos últimos pueden ser veterinarios, personal de campo de cooperativas o extensionistas de universidades. La evaluación incluye un cuestionario de 77 puntos confeccionado junto a los encargados de la granja lechera y una evaluación de las instalaciones y de la condición de las vacas. Las evaluaciones toman por lo general de dos a tres horas. Los evaluadores entregan luego un informe a la granja con las correspondientes recomendaciones.
Reynolds cree que el programa FARM está ayudando a educar a los productores en el manejo del bienestar de sus animales, a no temerle al asunto. Las evaluaciones independientes de éste programa no son aprobadas o reprobadas, y queda a criterio de los propietarios de las granjas implementar las sugerencias que puedan surgir.
"FARM logra que los productores observen y vean lo que pueden y deben realizar" dice Reynolds.
Por ejemplo, un auditor puede señalar un problema de cojeras o de mastitis y dejar la solución en manos del productor lechero. "Arreglar algo a veces involucra solamente una pequeña acción en la granja" asevera Reynolds. "El problema puede resolverse simplemente reorganizando la forma de mirar la granja; no hace falta arreglar todo en el mismo momento".
Las evaluaciones independientes realizadas por terceras partes comenzaron el 6 de setiembre en granjas lecheras seleccionadas al azar a lo largo de los EEUU. Las evaluaciones están siendo realizadas por Validus, verificador oficial del programa FARM. La Federación Nacional de Productores de Leche espera que las evaluaciones independientes se completen rondando el fin de año. Reynolds forma parte de Validus, contratado en forma independiente para efectuar auditorias de establecimientos de vacas de leche, de cerdos y de aves alrededor del mundo. Además es miembro del comité científico de Validus.
"El bienestar animal está íntimamente ligado a la actitud de los productores" dice Reynolds. "Está ligado totalmente a los intereses del productor el asegurarse el bienestar animal puesto que esto se ve reflejado en más producción de leche, menos rechazos, más becerras y menores costos. El bienestar animal está completamente integrado dentro de la economía de la granja lechera"
El confort de las vacas es el componente más importante del bienestar animal, agrega Reynolds, debido a que las vacas deben estar cómodas, tanto física como anímicamente o mentalmente. Aunque sabe que los productores se negarán a incluir el confort "mental" en los requisitos de bienestar animal, insiste en que su inclusión es necesaria.
Reynolds dice que "el confort de las vacas no es simplemente manejar los potreros o corrales, los sitios libres, los pasillos o la nutrición. Las vacas deben estar además en un ambiente calmo, sin temor a posibles predadores o gente".
Las granjas lecheras de los EEUU están avanzando mucho en el área del bienestar animal, pero aún queda mucho por hacer: proveer sombra a las vaquillas, mejorar el manejo de los potreros cuando llueve, mejor tratamiento de vacas caídas.
"Un diez por ciento de las vacas adultas en los EEUU muere", dice Reynolds. "Eso es terrible. Una buena lechería debería tener una tasa de mortalidad de menos de un 3%. Lo cual nos retrotrae al confort de las vacas y al manejo. Sabemos lo que necesitan y quieren los animales, y sabemos cuando el cuidado de los animales está bien o mal. Asegurar el bienestar de los animales es nuestra responsabilidad."
A, Una Buena Calificacion
Las granjas lecheras que proveen leche a Land O’Lakes’en California por lo general sacan buenos puntajes en las evaluaciones independientes del programa FARM.
El médico veterinario Terry Lehenbauer y sus colegas del Centro de Capacitación e Investigación de Medicina Veterinaria en Tulare, California, actúa como evaluador independiente para los 220 hatos de Land O’Lakes’ en el Valle Central de California. Han venido evaluándolos desde julio del 2010 y esperan haber finalizado a finales del corriente año.
"A grandes rasgos la mayoría de estas granjas lecheras hacen un buen trabajo en el cuidado de sus animales" dice Lehenbauer. "Comparadas con el promedio nacional se notan menos vacas con claudicaciones, mejores condiciones corporales y menos sobrepoblación".
Aun así todavía se necesita mejorar:
- La higiene – Algunas granjas lecheras podrían hacer un mejor trabajo para reducir la cantidad de barro y estiércol en las instalaciones y en los potreros al aire libre, especialmente durante las temporadas lluviosas.
- Claudicaciones – Cuando durante 2009 y 2010 la economía pegó duro a la producción lechera una actividad que se recortó fue la corrección de pezuñas en forma rutinaria. Un retorno en la rentabilidad ayudó a que se vuelva a cuidar las pezuñas. A pesar de que Lehenbauer no ha observado ningún hato en California que esté por arriba de lo esperado respecto a la cantidad de cojeras, el ve que algunas vacas pasan demasiado tiempo sobre concreto o paradas sobre barro o estiércol.
- Cuidado de las becerras– Lehenbauer muy ocasionalmente observa animales recién nacidos y becerras de unas pocas semanas de edad que no llegan a cumplimentar con los estándares esperados de higiene o de manejo de calostro. "EL programa FARM ayuda a los productores con la identificación de oportunidades para mejorar la salud y el bienestar de su ganado" dice Lehenbauer. "recomendamos a los productores que trabajemos juntos durante una evaluación."