Normativas III
Una novilla sana es una novilla feliz—y, dicho sea de paso, una novilla rentable.
En el fondo, todos los productores de leche están al tanto de esto. Pero a veces no estar en todos los detalles del manejo de las novillas pone a los animales—y en consecuencia a las ganancias—en riesg.
Para dejar en claro las cosas y asegurarse de que todos estén en la misma sintonía respecto a las buenas prácticas, el comité de normas de la Asociación de becerras y novillas de leche (DCHA por sus siglas en inglés) publicó en setiembre el documento titulado Gold Standards III, que se podría traducir como Normativas de Referencia III.
Las normativas fueron confeccionadas por una cantidad interesante de criadores de novillas, veterinarios especializados en producción de bovinos de leche y expertos del sector privado que se especializan en el cuidado de las novillas. El grupo lo preside Vance Kells del Rancho Circle Bar Heifer de Satanta, Kansas.
Kells dice que "lo que encontramos en casi todos los casos es que las prácticas de producción que contemplan el bienestar animal traen aparejados los mejores resultados productivos".
Estas nuevas normativas de bienestar se superponen a las normativas de producción previas (Gold I y Gold II)para la cría de becerras y novillas, pero según Maureen Hanson, a cargo del proyecto de normativas para las becerras de la DCHA, las Gold III fueron escritas pensando específicamente en el bienestar de los animales.
Estas nuevas normativas de referencia denominadas Gold III tienen en cuenta el trabajo de los veterinarios, el manejo del calostro, las instalaciones de alojamiento, la nutrición, el manejo y el transporte de los animales, la vacunación, las terapias con medicamentos, el control de parásitos, los cuidados médicos y la eutanasia.
Por ejemplo, respecto al alojamiento, estos nuevos estándares proveen parámetros específicos para la ventilación. Para las becerras jóvenes en confinamiento, en épocas de calor los ventiladores deben producir un movimiento de aire de 100 pies cúbicos por minuto (PCM), 50 PCM cuando el clima está agradable y 15 PCM cuando hace frio. Las becerras de dos a seis meses de edad requieren de un incremento en los parámetros de ventilación de un 20 a 30%.
Las Gold III además están en línea con los "Cinco Derechos" de bienestar animal desarrollados en el Reino Unido por el Consejo de Bienestar Animal de Animales de Granja. Estos son: derecho a no tener hambre o sed; a estar libres de molestias; a no sufrir dolor, heridas o enfermedades; a expresar un comportamiento normal; y a no sufrir miedo o estrés.
Siguiendo con esos lineamientos una de las recomendaciones mas controvertidas en las normativas Gold III es la que dice que las terneras de más de dos meses de edad deben ser alojadas de manera tal que tengan lugar para darse vuelta y tener al menos 24 pies cuadrados de espacio para descansar. Esto eventualmente hará que la industria se replantee las dimensiones de las actuales becerreras angostas que no permiten que las mismas se puedan mover cómodamente para lamerse. Pero, aclara Hanson, esto haría que la industria esté más cerca de los estándares aceptados globalmente.
Otra área crucial es el acceso al agua. Aun cuando los productores piensan que están proveyendo cantidades adecuadas de agua, los investigadores han encontrado que la misma puede estar limitada cuando las becerras se alojan en becerreras más grandes y en grupos más grandes por primera vez.
Las Normativas de Referencia Gold III recomiendan un espacio en los bebederos de un pie linear por cada 10 animales en el grupo, o al menos un bebedero automático por cada 20 animales, con un mínimo de dos bebederos por grupo con una provisión adecuada de agua.
Los productores necesitan revisar estas normativas y realizar los ajustes pertinentes en sus propios programas para novillas, dice Hanson. Ahora es el momento de realizarlo, y en forma voluntaria.
Para cuando los impulsores del bienestar animal decidan que los estándares deban ser impuestos en el sector productivo, los criadores de becerras y de novillas podrán mostrar que ellos ya han adoptado estándares—y estándares que funcionan.
